sábado, 27 de diciembre de 2008

El primer libro de matemáticas impreso en Buenos Aires

José Lázaro y Galdiano (1862-1947), fue un editor y bibliófilo español que editó en Madrid, en el año1925, el libro Los incunables bonaerenses. En nuestra entrada del día 06-09-08 ya nos referimos a esta obra, citada en el pequeño volumen Máximas y pensamientos sobre el libro, que publicó en Buenos Aires, la Librería de A. García Santos, durante 1928.
En esta oportunidad les acercamos el texto que J. Lázaro escribió acerca de la obra que le da título a esta entrada, de la cual reproducimos la primera y la última página:

Portada del primer libro de ciencia pura impreso en Buenos Aires

"No conocemos, en los once primeros años de la imprenta bonaerense, ningún libro de ciencia pura. El primero apareció en 1792, una aritmética anónima de 80 páginas, de la cual no tuvieron conocimiento ni Gutiérrez, ni Zinny ni Fors.
El primero en citarla fue Medina, según un ejemplar existente en la Biblioteca Lamas, del que reprodujo la portada.
El sabio bibliógrafo chileno, o la vió de prisa, o no la vió ni de prisa ni despacio, pues no hace acerca de ella la menor indicación, fuera del tamaño y la portada, de la que acaso la enviaron una fotografía.
¿Quién fue el autor de este raro libro? ¿Un español? ¿Un argentino? ¿Se trata de una reproducción, hecha en Buenos Aires, de una Aritmética llevada de España?
En la Biblioteca Lázaro existe un ejemplar completo, que hemos estudiado con toda detención.
Se titula 'Aritmética práctica que comprende las más principales y necesarias reglas de cuentas para principiantes'.
Es, efectivamente, un libro práctico, preciso, en el cual, no obstante lo abstruso de la materia, encuentra el estudioso cierta amenidad.
Nosotros hemos experimentado deleite al hacer las cuentas para sacar los resultados de los curiosos ejemplos y casos que pone, dedicándonos a ello con pasión de mozo, venciendo, no sin algún esfuerzo, las dificultades nacidas, más que de lo complejo de los problemas, del olvido en que tenemos los estudios juveniles.

Última página de la primera Aritmética publicada en Buenos Aires

Sumar es reducir varias partidas a una; restar es descontar una partida menor de otra mayor; multiplicar es un sumar abreviado, y dividir es partir un todo en muchas partes: tales son las sencillas definiciones.
Puede afirmarse que el libro no es reproducción de otro español, pues en las aritméticas existentes en nuestras bibliotecas no hallamos, tras prolijo examen, ninguna que se le parezca. Las definiciones de las cuatro reglas difieren de las dadas allí. En la suma, por ejemplo, ninguna deja de advertir que los sumandos han de ser homogéneos, cosa que no dice la argentina.
Tampoco cabe suponer que lo haya escrito un español, pues habla del peso como unidad monetaria y dice que equivale a ocho reales españoles, y que el real tiene dos medios, o cuatro cuartillos, u ocho octavos. Si se tratara de libro español la explicación sería completamente contraria: no enseñaría el valor del real, por los españoles conocido, sino el valor del peso, por los españoles ignorado. Al hablar de las medidas escribe: 'Los españoles la dicen ana', y hubiera escrito: 'Los españoles la decimos ana'.
¿Será argentino?
Me inclino a creerlo y considero curioso averiguarlo, por tratarse del primer argentino que escribe un libro de matemáticas.
Mis sospechas se fundan en que pone el Peso como punto de partida para explicar el valor comparativo de las monedas de diversos países, y habla de la hierba mate y del agí como de productos, no exóticos, sino naturales.
Consigna que de Génova vienen damascos, terciopelos y otros géneros de seda, que se miden por la vara española, que es un 3 por 100 menor que la argentina y 'que se miden así porque, por uso y costumbre antiguo, se compra y se vende por el aneaje de España'.
En la página 75 dice: Vendí una factura a un comisionista de España, en que me quedaron líquidos 2.560 pesos corrientes.
Todo esto indica que el autor es americano, y, publicado el libro en Buenos Aires, tiene probabilidad de ser argentino."
J.L.


sábado, 22 de noviembre de 2008

Centro Editor de América Latina

El rescate que hace la Biblioteca Nacional de nuestra memoria libresca es encomiable. Nuestra postura personal frente a la actual gestión siempre ha sido muy crítica; sin embargo, nobleza obliga, cuando hay que aplaudir, hagámoslo.
La reconstrucción emprendida por Judith Gociol y su equipo ha sido detallada y completa. El fruto de la investigación son 688 páginas, en casi dos kilos de papel.
Cada una de las 78 colecciones creadas y publicadas por el Centro Editor están descriptas en este libro, titulado Más libros para más.
No quiero abrumarlos con palabras mal escritas. Los invito a leer: "Centro Editor, el sueño de los libros al alcance de todos" una excelente nota del periodista Vicente Muleiro en el matutino Clarín.
La noticia también fue recogida por La Nación en el artículo "Recuperó su historia el Centro Editor".
No hubo en la prensa porteña otras repercusiones para destacar. La memoria sigue siendo una gran cenicienta en la identidad de los argentinos. Nunca tenemos tiempo para honrar a los Boris Spivacow que nos acompañan. No llegamos a comprender como sus sueños, alimentaron el sueño de millones poniendo al alcance de todos, más libros para más.
Nuestras bibliotecas deberían tener esta obra de referencia en sus estanterías como prueba palpable de lo que la inteligencia, la honestidad y la creatividad pueden hacer cuando se aúnan detrás del objetivo de la cultura del pueblo, sin demagogias ni estridencias.

jueves, 9 de octubre de 2008

Conservación y Restauración

El tema que ponemos hoy sobre la mesa debería ser una preocupación central en la agenda de las bibliotecas y de los bibliotecarios. Y sin embargo, no es así. En los planes de estudio de las diversas carreras de bibliotecología, a nivel terciario y universitario, se trata de manera tangencial; sin especialistas y sin profundidad en los abordajes.
Por eso es muy saludable cuando aparecen publicaciones como el Boletín sobre Conservación y Restauración (este link remite al número 2) publicado por el INTI - Celulosa y Papel. En su primer número se presenta como un espacio "...para la comunicación e intercambio de ideas, propuestas y opiniones sobre la conservación, preservación y restauración del Patrimonio Documental."
Aplaudimos esta iniciativa porque, a través de ella, nos interiorizamos sobre cuestiones muy importantes, tanto para nuestras bibliotecas, como para las unidades académicas donde se forman los futuros profesionales de la información.
Si quisiéramos profundizar en el tema, se puede recomendar con los ojos cerrados por su nivel de seriedad y bajo la edición de Sherelyn Ogden, al Manual de Preservación de Bibliotecas y Archivos del Northeast Document Conservation Center
Por último, y como complemento de lo anterior, un artículo editado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, donde se plantea la utilidad de la preservación digital. El artículo en cuestión se titula: Desarrollo de una política de preservación digital: tecnología, planificación y perseverancia, firmado por Alejandro Bía y Manuel Sánchez.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Libros y autoritarismo, una ecuación imperfecta

"Allí donde se comienza quemando libros, se termina quemando hombres" Heinrich Heine

La relación entre los libros y el autoritarismo (censura en todas las formas imaginables) es de larga data. No arranca con el Index Librorum Prohibitorum, de la Iglesia Católica, al como muchos tendenciosos, incautos o ignorantes, quieren hacernos creer. Y si no, al bibliotecario Fernando Báez y su Historia universal de la destrucción de los libros, me remito.
Hace unos días tuve la posiblidad de leer Viaje al fondo de la biblioteca de Pinochet escrito por el chileno Cristóbal Peña en 2007. Dicha crónica fue premiada por la Fundación del Nuevo Periodismo Iberoamericano que dirige Gabriel García Márquez. Su lectura me deparó el título de esta entrada. El texto de Peña, excelente por cierto, no hace más que transitar una senda que puede ser revisitada consultando la bibliografía sobre el tema, publicada por el colectivo Política y Biblioteca. Dicha bibliografía, si bien breve, puede afirmarse que es muy sustanciosa.
Dicha compilación puede ser complementada con algunos textos del escritor argentino Alberto Manguel, como por ejemplo: Las bibliotecas y sus cenizas y también La pequeña biblioteca de Auschwitz.
Antes de dejarlos en companía de los artículos seleccionados, me permito una pequeña reflexión final. No importa cuanto sufrimiento genera el autoritarismo y la consecuente censura; el ansia de libertad de los hombres se impone, la esperanza se abre camino de manera tan irreversible como el amanecer de cada día.

sábado, 6 de septiembre de 2008

El primer periódico argentino

Hace unos días estaba hojeando un pequeño volumen titulado: "Máximas y pensamientos sobre el libro", publicado en Buenos Aires por la Librería de A. García Santos en 1928. Posee un anexo que el compilador denomina "Los primeros libros impresos en Buenos Aires" con imágenes extraídas del libro de J. Lázaro, "Los incunables bonaerenses", editado en Madrid 3 años antes.
Reproducimos a continuación, la noticia firmada por J. L. y las imágenes insertas en el ejemplar, [p. 67-70].

REPRODUCCIÓN FACSIMILAR DE LA PRIMERA PÁGINA


Conocíamos estampaciones con el pié de imprenta y el año, pero ninguna, en los primeros tiempos, con el mes y día de la impresión. En la Biblioteca Lázaro figura un ejemplar, ignorado por Gutiérrez, por Zinny, por Medina, por Fors y otros bibliógrafos. Desde hoy el Príncipe de la tipografía bonaerense es un periódico, periódico por el contenido, aunque no puede llamarse propiamente así porque no aparecía periódicamente, en el cual se insertan las noticias recibidas de Europa por el correo de España (Véase la reproducción núm. 3). Abundantes eran las que publicaba este progenitor de los grandes diarios bonaerenses actuales, que precedió en veinte años al que hasta ahora se consideraba como el primer periódico nacido en la Argentina. En efecto, creíase que el "Telégrafo Mercantil, Rural, Político-Económico e Historiógrafo del Río de la Plata", que todo esto se llamaba, cuyo primer número vió la luz el 1.° de abril de 1801, era el más antiguo periódico impreso en Buenos Aires. Con nuestro descubrimiento resulta que la Argentina ha sido uno de los países de raza española donde primero ha existido el periodismo, iniciado de manera tan perfecta, que tal vez no pueda presentarse en todos ellos, España inclusive, otro periódico contemporáneo "Noticias recibidas de Europa por el correo de España", compuesto de ocho páginas de letra menuda, contiene noticias de España, Francia, Portugal, Inglaterra, Filipinas, etc., algunas, como la revolución de Londres y la derrota de la escuadra inglesa, de verdadera emoción. No era en verdad excesivamente frescas, pues tardaron ciento cuarenta días en llegar: del 21 de agosto de 1780, en el que el "Tucumán" levó el ancla en La Coruña, al 8 de enero del año siguiente, en que se publicaron en Buenos Aires. El ejemplar es completo: comienza con "N.° I" y consta de ocho páginas en 4.°, encabezadas con la + y terminadas con el pié de imprenta de los Niños Expósitos. Los tipos están, como si hubieran trabajado poco en Córdoba, bastante buenos; hay excesivas erratas y abusa de las letras mayúsculas y de la bastardilla, en la siguiente forma: "Entró en este Puerto la Fragata mercante Inglesa la Unidad." Falto de noticias para completar la 8a. página, la llena con un grabado tipográfico grande, como puede verse en la reproducción N.° 4 que acompañamos, detalle que, a nuestro juicio, tiene gran interés, porque pudo llenarse con el anuncio de anteriores publicaciones, si éstas hubieran existido al aparecer el periódico.
J. L.

REPRODUCCIÓN FACSIMILAR DE LA ÚLTIMA PÁGINA


sábado, 23 de agosto de 2008

Borges y Marechal, de seudónimos y autorías

En el Boletín N° 1 de la SEBA, publicado en abril de 1996, José Luis Trenti Rocamora escribió un artículo titulado: “Textos desconocidos de Borges y Marechal. Contribución para sus bibliografías”.

Después de analizar la reedición facsimilar de la revista Martín Fierro, y tras haber elaborado su Índice General, Trenti realiza tres aportes bibliográficos, a saber:


a) Atribuir a Jorge Luis Borges el poema “A Fernán Silva Valdés” firmado bajo el seudónimo Victoria Precana, publicado en el N° 24, p. 7 del 17-10-1925 de la revista precitada. Para sustentar su tesis, Trenti afirma:”…lo que importa es el vocabulario empleado, usual en Borges, y el tema de su afecto.” (p. 30). Las bibliografías de Nicolás Helft, editada por Fondo de Cultura Económica y de Annick Louis & Florian Ziche, on line, ambas de 1997, no registran este dato. La mención de estas dos compilaciones bibliográficas no es casual; no sólo porque están consideradas entre las mejores fuentes, sino porque, además, ambas fueron publicadas con posterioridad al artículo de Trenti.

b) En consonancia con la cita anterior, y aquí no hay controversia, el prestigioso bibliógrafo, afirma que el texto “Homenaje a Carriego”, publicado en el N° 8, p. 38 del 26-02-1927 pertenece al autor de “El Aleph”. Helft y la dupla Louis&Ziche, unánimes, concuerdan con este dato.

c) Por último, Trenti Rocamora atribuye, en forma indubitable, al escritor Leopoldo Marechal el texto titulado: “A un meridiano encontrao en una fiambrera” que fuera publicado con el seudónimo “Ortelli y Gasset” en Martín Fierro N° 42, p. 7 del 10-06-1927. Es el propio Marechal (firmando con su nombre y apellido), quién en el N° 44-45 de fecha 15-11-1927 de la citada publicación periódica, afirma: “Nadie tomó en serio vuestro meridiano y las contestaciones joco – serias – despectivas de Martín Fierro son una buena prueba de lo que digo; inventamos alegremente ese personaje absurdo que se llama Ortelli Gasset y que tanto estrago causó en vuestras filas”. Pero si para Trenti, detrás del seudónimo Ortelli y Gasset, está L. Marechal; para Helft y Louis&Ziche, bajo ese seudónimo se esconden J. L. Borges y Carlos Mastronardi. Justamente, es éste último quién en su libro Memorias de un provinciano, citado por Helft, p. 283, dice lo siguiente: “Borges conoció aquella casa de la calle Leones [donde vivía Mastronardi] donde conjuntamente escribimos cierta respuesta humorística a una nota asaz española que La Gaceta Literaria regida por el impreciso Giménez Caballero publicó bajo el título Madrid, meridiano intelectual de Hispano-América. Para subrayar diferencias, recurrimos al más espeso y oscuro vocabulario lunfardo. La revista Martín Fierro recogió esa contestación burlesca. La firmaba el recién inventado Ortelli y Gasset.”


Hasta aquí los hechos, tal como son narrados por algunos de sus protagonistas. Son tan válidos los dichos de Marechal como los de Mastronardi. Como conclusión provisional, se puede arriesgar una hipótesis. ¿Puede ser que Carlos Mastronardi haya omitido, en forma deliberada o no, la coautoría de Leopoldo Marechal? Quizás algún crítico, con más y mejores argumentos, pueda dilucidar la cuestión.


Bibliografía consultada


HELF, Nicolás. Jorge Luis Borges : bibliografía completa. – Buenos Aires : Fondo de Cultura Económica, 1997. – 287 p. – ISBN 950-557-238-7.

LOUIS, Annick. Bibliografía cronológica de la obra de Jorge Luis Borges [recurso electrónico] / Annick Louis y Florian Ziche. – 1997.

http://www.borges.pitt.edu/louis/main.php [Consulta: 23-08-08].

TRENTI ROCAMORA, JOSÉ LUIS. “Textos desconocidos de Borges y Marechal : contribución para sus bibliografías”.

En : Boletín [de la] Sociedad de Estudios Bibliográficos Argentinos. – N° 1 (abr. 1996). – ISBN 987-95089-6-3 [sic]. -- p. 29-31.

viernes, 15 de agosto de 2008

Un original homenaje a un titiritero en 1989

Cuando llegó el momento de festejar los 80 años del poeta y titiritero Javier Villafañe (1909-1996), sus amigos decidieron homenajearlo con un encuentro en una librería de la ciudad de Buenos Aires. La original invitación consistió en la edición de un folleto de cuatro páginas, del cuál, más abajo, les mostramos las imágenes de la primera y la última página.

La portada del folleto es una xilografía de Elba Fábregas, y el título es: "Javier Villafañe en sus 80 años".



En la página 2 se lee: Invitan las revistas y editoriales de poesía: ULTIMO REINO, TIERRA FIRME, DIARIO POESIA

La página 3 dice: JAVIER VILLAFAÑE. Sus ochenta años en Liber-Arte. Los titiriteros, poetas, escritores, artistas plásticos, músicos, actores, cineastas, mimos, los amigos de la vida, hijos, nietos, familiares, vecinos y los cuatro ángeles, festejan sus ochenta años cumplidos durante 1989. En Liber-Arte (Bodega Cultural), con vino tinto y empanadas, el domingo 13 de agosto a las 19 horas.

La última página reza lo siguiente:

EL POETA SE REGALA EN SU CUMPLE
OCHENTE AÑOS
DIA DE SAN JUAN
Y NOCHE DE BRUJAS
ESTE SONETO MOCHO

El ojo de la uva engorda al vino
mientras la copa va creciendo en la mano
y las botellas señalan dos caminos
el del tinto y el blanco

Yo me voy por el tinto
y no me pierdo, lo vengo transitando
desde que Dios es Dios y el Diablo es Diablo
y por el blanco a veces cuando insiste un amigo.

Y aquí me tienen con mis ochenta años
los riñones alegres activando el meado
quehacer de cada día, el recto no ha desviado

su placentero andar, el hígado sonriendo
la próstata dichosa y el corazón latiendo
en el pulso de un perro enamorado.

Javier Villafañe. Buenos Aires, 24-6-89




jueves, 14 de agosto de 2008

El Quijote y la religión

En el artículo que hoy les proponemos seguimos insistiendo con el tema quijotesco. En esta oportunidad, Fernando Baquero plantea con este título tan apropiado, Don Quijote: Nihil Obstat un minucioso recorrido a través del texto cervantino, en relación a la fe (la de Don Quijote y la del propio Cervantes) , la censura eclesiástica, la autocensura y la Inquisición.

martes, 12 de agosto de 2008

Al rescate de los maestros que nos precedieron

Hoy quiero rescatar dos correos electrónicos, muy ligados uno al otro. El primero es del siempre recordado Horacio Zabala y lo mandó a la lista de ABDAM el 28-01-02. El subject del correo-e era: bibliotecología histórica y el texto decía lo siguiente:
Estimados amigos y colegas: Hemos encontrado el siguiente dato y deseariamos ampliar la informacion: "...cuenta Rosario con otras bibliotecas, que si no por el número de volúmenes. merecen destacarse por estar su organización a cargo de un excelente bibliotécnico, el señor Aldo Fuentes, que no se ha limitado a esa labor sino que ha establecido en aquella ciudad un curso de bibliotecarios que vendria a ser el segundo efectivo en la Republica. Su programa es amplio y bien desarrollado y lamentamos que haya llegado a nosotros cuando la parte de esta obra dedicada a la enseñanza se encontraba ya impresa, por lo cual no pudimos reproducirlo como se merece. Auspiciado por la Universidad Obrera de Rosario el curso se viene dictando desde 1943, no solo ante alumnos en clase, sino, parcialmente por conferencias radiotelefonicas que el señor Fuentes irradia por las estaciones locales o publica en varios periodicos. El señor Fuentes, ademas de profesor de biblioteconomia es organizador y director de la Biblioteca de la Asociacion de Empleados de Comercio de Rosario y auxiliar tecnico de la Biblioteca de la Facultad de Ciencias Matematicas de la Universidad Nacional del Litoral..." El texto lo tome de la siguiente obra: Manuel Selva. Tratado de Bibliotecnia; prologo de Ernesto Nelson. - Buenos Aires : Julio Suárez, 1944, vol. 2, p. 564 Son dos volumes, con 626 y 754 paginas respectivamente; lo adquirimos la para biblioteca de Abdam; es el primer tratado realizado en el pais sobre el tema; podran parecer para las mentes postmodernas anticuados, pero tienen tanta informacion, que no se les puede comparar con obras algo mas modernas. Alguien tiene mas datos sobre la actuación del señor Aldo Fuentes en Rosario y que sucedio con esos cursos de Bibliotecología? Agradeceriamos aportes al respecto. Cordialmente Horacio Zabala (ABDAM)
Al día siguiente, desde el correo-e de la colega Leonor Plate, llega la contestación al interrogante planteado por H. Zabala. Este es el texto completo de la respuesta:
Mi nombre es León Silverman, un viejo apasionado en temas históricos, que, además de atesorar valiosa información sobre nuestra ciudad, fue juntando documentos sobre de personas y personajes cuyos nombres y acciones se han ido perdiendo a los largo de los años; mi querido Aldo Fuentes es uno de ellos y sobre su vida estoy trabajando desde hace un par de años. De ahí mi sorpresa y alegría al recibir la noticia que alguien estaba requiriendo información sobre su actuación en el campo bibliotecario.
Pero permítanme ampliar un poco el tema (el entusiasmo puede a veces más que la mesura).
Tuve la suerte de ser empleado y discípulo del Sr. Fuentes, instructor, pedagogo y amigo durante muchos largos y difíciles años. La historia de Aldo Fuentes es, casi podría decirse, novelesca. A principios de siglo la ciudad de Rosario recibe la visita de toreros españoles; acompañando una cuadrilla llega al país D. Alvaro Fuentes, padre de nuestro Aldo Fuentes. Don Alvaro se radica primero en la ciudad de Rosario, trasladándose poco más tarde San Cristóbal. Allí nace Aldo,
tercero de cinco hermanos. A temprana edad Aldo comienza a estudiar y trabajar en un taller fotográfico, trasladándose más tarde a Rosario para trabajar como fotógrafo ambulante. Aprende el oficio de encuadernación, vinculándose así con el mundo de los libros. Relacionado con agrupaciones políticas y depués de una mala experiencia, Aldo se vincula con un grupo gremial, colaborando para mejorar las condiciones de trabajo. Nace así su necesidad de ilustrarse, su afición a los libros, y es por eso que comienza a concurrir regularmente a la biblioteca popular, interesándose no solo por las colecciones de libros sino también en asuntos relacionados con la
práctica de la profesión bibliotecaria. A fines de la década del 30, se afilia al Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario y pasa a desempeñarse en la biblioteca de la Universidad Obrera de ese Sindicato.
Pone en práctica las técnicas señaladas en los libros de Alfredo Cónsole "Hagamos del bibliotecario un profesional" y "Fundación y organización de bibliotecas", y se dedica a impartir personalmente y a difundir , tanto en la biblioteca que dirige como a través de diversos medios, los conocimientos adquiridos. Aldo Fuentes se relacion con otras bibliotecas, llegando a desempeñarse como responsable en alguna de ellas. Durante los años de guerra, y siempre interesado en asuntos políticos, desarrolla una ardua labor de agrupación de entidades y ayuda a sindicatos. Su afán por adquirir más conocimientos lo llevan a viajar por las provincias de Córdoba y Buenos Aires vinculando también, mediante actividades culturales, diversas localidades santafecinas. Durante el peronismo pierde su trabajo, debiendo dedicarse otra vez a la fotografía y a la encuadernación; no pierde sin embargo su relación con los trabajadores de diversos agrupaciones y con las bibliotecas populares.
En 1987 sufre un accidente viajando en colectivo del que no logra recuperarse, falleciendo en el mes de noviembre de ese mismo año.
Con su compañera de toda la vida mantuve personalmente una larga amistad; ella me proporcionó los materiales e historias con los cuales estoy trabajando, y aunque el documento versa más sobre la actividad política de Aldo Fuentes, su amor por los libros y las bibliotecas es un punto que merece ser considerado.
Espero que esta información pueda ser útil a quien la haya solicitado.
Sin más se despide con atenta consideración,
León Silvermann
calle 25, s/n
3016 Santo Tomé

Prov. Santa Fe

domingo, 10 de agosto de 2008

Breve elogio del librero anticuario

Me asomé tarde al mundo del libro antiguo. Pero, no puedo dejar de reconocer que desde que me acerqué a los libreros de viejo, siempre me he sentido deslumbrado (no se si este es el término exacto) por los catálogos que éstos, diseñan y elaboran. El catálogo del librero anticuario es un reflejo fiel del amor que le tiene a sus libros. La exactitud de las descripciones, el cuidado en que no se le escape el menor detalle, para que el cliente pueda hacerse la idea más acabada posible del libro que intenta adquirir.
Me parece que los bibliotecarios deberíamos, en muchas ocasiones, emularlos, imitarlos, tomar su ejemplo. Pueden, en muchos casos darnos lecciones de descripción documental (y espero que esto se entienda en su verdadera dimensión, y ningún bibliotecario se sienta menoscabado por este comentario).
Ellos no han estudiado formalmente, como sí lo hemos hecho nosotros, los bibliotecarios. Han sido autodidactas; aprendieron que uno de los secretos de su oficio es la dedicación de largas horas de su vida laboral a conocer el libro que llega a sus manos, a consultar innumerables fuentes, para poder describirlo del modo más acabado posible; lo estudian para poder arrancarle mejor los secretos que la pieza bibliográfica esconde. De allí mi admiración y gratitud hacia ellos.

Una pieza maestra de oratoria contemporánea

El libro y no la espada fue lo que creó el país... Tomás Eloy Martínez hizo esta afirmación hace más de dos años, cuando fue el orador principal de la inauguración de la 32a. Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Rescatamos este texto publicado por La Nación el 21 de abril de 2006 porque, se despliega en toda su dimensión la visión de un humanista. Es la mirada de alguién que le ha dedicado a la palabra toda su vida, que ha podido entender la importancia del libro como vehículo privilegiado en la transmisión de la cultura. El texto es imperdible.

viernes, 8 de agosto de 2008

Catálogo de la Biblioteca Ayacucho

En esta oportunidad queremos compartir con todos ustedes el Catálogo de la Biblioteca Ayacucho. Este catálogo general es una excelente presentación de esta institución estatal venezolana, y tal como se afirma en la presentación quiere ser una ventana al saber acumulado durante estos 500 años de América.
Hay un evidente correlato entre el catálogo y los libros que éste anuncia. Es decir, el catálogo digital expone claramente los datos más importantes para la identificación de los libros; y éstos, tienen una presentación impecable; y en algunas colecciones, el aparato crítico que acompaña a las obras, les da aún mayor realce a su valor literario.

jueves, 7 de agosto de 2008

Prácticas y Representaciones Bibliográficas

El título, a primera vista, parece pomposo. Sin embargo, los dos libros que se han presentado hasta aquí, en la colección de referencia, responden con creces al nombre de la misma, publicada por la Academia Argentina de Letras.
No es común encontrar en nuestro país instituciones preocupadas por el desarrollo de la bibliografía. De allí que quiera destacar esta iniciativa de la AAL.
El primer título es una compilación del Dr. Alejandro Parada y se titula: "Bibliografía cervantina editada en la Argentina" con un subtítulo muy modesto: una primera aproximación. Sólo que esta "aproximación" [sic] contiene 1786 registros, complementada con un índice de autores y nombres, un índice temático y un anexo de láminas con portadas de distintas obras de Cervantes publicadas en nuestro país.



El segundo volumen de la serie, coeditado por la AAL y el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas en la Argentina (CeDInCi) es: Martín Fierro : revista ilustrada de crítica y arte (1904-1905), tiene un estudio preliminar e índice bibliográfico de Alejandro V. Minguzzi. La edición se completa con la versión digital completa de la revista en CD Rom.


Un detalle no menor, es que los precios de las publicaciones son accesibles al bolsillo (por lo general, bastante flaco) de los investigadores, bibliotecarios y otras gentes de ese pelaje.

Más sobre Cervantes y el libro en América

Hace apenas unos minutos quise compartir con Uds. "El conjuro de los libros" una exposición realizada en tierras colombianas que ha sido reflejada con mucho acierto por la excelente página de nuestra literatura Cervantes Virtual. Ahora, como complemento de lo anterior un excelente artículo del bibliografo español Julián Martín Abad, titulado "El Quijote y las imprentas americanas", publicado en el Boletín de la Biblioteca Menéndez Pelayo, Año LXXXI, 2005, p. 241-263. El archivo pdf que van a descargar contiene otros aportes, además del de Martín Abad, por lo que deben hacer una breve búsqueda para comenzar a leerlo.

Cervantes y el Quijote

Después de varios meses de ausencia, aquí estamos, nuevamente. Los quiero invitar a visitar algunos sitios que me han deslumbrado, y me siguen deslumbrando. En este caso, visitemos juntos El conjuro de los libros
Podría intentar explicarles con mis propias palabras de que se trata. Pero, habiendo otro que lo ha explicado con precisión y claridad, no me parece adecuado amontonar mis propias palabras. Acá va:
«El conjuro de los libros. La biblioteca de Cervantes en la Biblioteca Nacional de Colombia» es una exposición de los libros que rondan el mundo literario de Miguel de Cervantes Saavedra, según los fondos existentes en la biblioteca pública más antigua de Hispanoamérica.

La exposición se articula en torno a siete capítulos temáticos y un catálogo final de obras que recoge materiales (ediciones todas de los siglos XVI-XVIII) estructurados de acuerdo con esa división, y siempre en torno a la poetización de la historia y a la ficción.

También se descubre a través de estos fondos un patrimonio cultural común a las dos orillas del océano, un patrimonio que pone de manifiesto la presencia en ambas del inmortal escritor, que alguna vez soñó en embarcarse rumbo a las Indias, hacia el lugar que hoy conocemos como Colombia.


Sólo resta comentarles que la exposición aludida fue realizada en conmemoración de los 450 años del natalicio del Manco de Lepanto.