domingo, 14 de septiembre de 2008

Libros y autoritarismo, una ecuación imperfecta

"Allí donde se comienza quemando libros, se termina quemando hombres" Heinrich Heine

La relación entre los libros y el autoritarismo (censura en todas las formas imaginables) es de larga data. No arranca con el Index Librorum Prohibitorum, de la Iglesia Católica, al como muchos tendenciosos, incautos o ignorantes, quieren hacernos creer. Y si no, al bibliotecario Fernando Báez y su Historia universal de la destrucción de los libros, me remito.
Hace unos días tuve la posiblidad de leer Viaje al fondo de la biblioteca de Pinochet escrito por el chileno Cristóbal Peña en 2007. Dicha crónica fue premiada por la Fundación del Nuevo Periodismo Iberoamericano que dirige Gabriel García Márquez. Su lectura me deparó el título de esta entrada. El texto de Peña, excelente por cierto, no hace más que transitar una senda que puede ser revisitada consultando la bibliografía sobre el tema, publicada por el colectivo Política y Biblioteca. Dicha bibliografía, si bien breve, puede afirmarse que es muy sustanciosa.
Dicha compilación puede ser complementada con algunos textos del escritor argentino Alberto Manguel, como por ejemplo: Las bibliotecas y sus cenizas y también La pequeña biblioteca de Auschwitz.
Antes de dejarlos en companía de los artículos seleccionados, me permito una pequeña reflexión final. No importa cuanto sufrimiento genera el autoritarismo y la consecuente censura; el ansia de libertad de los hombres se impone, la esperanza se abre camino de manera tan irreversible como el amanecer de cada día.

sábado, 6 de septiembre de 2008

El primer periódico argentino

Hace unos días estaba hojeando un pequeño volumen titulado: "Máximas y pensamientos sobre el libro", publicado en Buenos Aires por la Librería de A. García Santos en 1928. Posee un anexo que el compilador denomina "Los primeros libros impresos en Buenos Aires" con imágenes extraídas del libro de J. Lázaro, "Los incunables bonaerenses", editado en Madrid 3 años antes.
Reproducimos a continuación, la noticia firmada por J. L. y las imágenes insertas en el ejemplar, [p. 67-70].

REPRODUCCIÓN FACSIMILAR DE LA PRIMERA PÁGINA


Conocíamos estampaciones con el pié de imprenta y el año, pero ninguna, en los primeros tiempos, con el mes y día de la impresión. En la Biblioteca Lázaro figura un ejemplar, ignorado por Gutiérrez, por Zinny, por Medina, por Fors y otros bibliógrafos. Desde hoy el Príncipe de la tipografía bonaerense es un periódico, periódico por el contenido, aunque no puede llamarse propiamente así porque no aparecía periódicamente, en el cual se insertan las noticias recibidas de Europa por el correo de España (Véase la reproducción núm. 3). Abundantes eran las que publicaba este progenitor de los grandes diarios bonaerenses actuales, que precedió en veinte años al que hasta ahora se consideraba como el primer periódico nacido en la Argentina. En efecto, creíase que el "Telégrafo Mercantil, Rural, Político-Económico e Historiógrafo del Río de la Plata", que todo esto se llamaba, cuyo primer número vió la luz el 1.° de abril de 1801, era el más antiguo periódico impreso en Buenos Aires. Con nuestro descubrimiento resulta que la Argentina ha sido uno de los países de raza española donde primero ha existido el periodismo, iniciado de manera tan perfecta, que tal vez no pueda presentarse en todos ellos, España inclusive, otro periódico contemporáneo "Noticias recibidas de Europa por el correo de España", compuesto de ocho páginas de letra menuda, contiene noticias de España, Francia, Portugal, Inglaterra, Filipinas, etc., algunas, como la revolución de Londres y la derrota de la escuadra inglesa, de verdadera emoción. No era en verdad excesivamente frescas, pues tardaron ciento cuarenta días en llegar: del 21 de agosto de 1780, en el que el "Tucumán" levó el ancla en La Coruña, al 8 de enero del año siguiente, en que se publicaron en Buenos Aires. El ejemplar es completo: comienza con "N.° I" y consta de ocho páginas en 4.°, encabezadas con la + y terminadas con el pié de imprenta de los Niños Expósitos. Los tipos están, como si hubieran trabajado poco en Córdoba, bastante buenos; hay excesivas erratas y abusa de las letras mayúsculas y de la bastardilla, en la siguiente forma: "Entró en este Puerto la Fragata mercante Inglesa la Unidad." Falto de noticias para completar la 8a. página, la llena con un grabado tipográfico grande, como puede verse en la reproducción N.° 4 que acompañamos, detalle que, a nuestro juicio, tiene gran interés, porque pudo llenarse con el anuncio de anteriores publicaciones, si éstas hubieran existido al aparecer el periódico.
J. L.

REPRODUCCIÓN FACSIMILAR DE LA ÚLTIMA PÁGINA